Mi corazón fue maldecido, aunque más que maldecido envenenado,
por tí, desgraciada alma que aunque el tiempo te dejó atrás, aun,
la peor parte de tu esencia continua en mí.
Envenenado, mi triste corazón, trata de volver a querer,
de volver a amar y sentir que se junta en solo uno, con otro,
pero no puede, porque está oscuro, porque está dañado,
porque no se atreve a sanar...
Porque en lugar de provocar sonrisas, en lugar de provocar felicidad,
solo atrae nubes negras de dolor, amargura y soledad,
nubes que oscurecen el cielo de corazones sin culpa,
que simplemente se cruzaron por su camino.
corazones que se llevan un poco de aquel veneno,
corazones que no tendrían que sufrir.
Envenenado, maldito y con oscuridad continua mi corazón,
esperando sanar y que esta maldición termine,
esperando dejar de dañar y poder darse la oportunidad de ser feliz...
esperando, esperando, esperando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario